Page 604 - TU MENTOR EN EL MERCADO

600 | 16 - Preparación y potenciación

mantenga los ojos bien abiertos, encuentre un modelo digno, lo copie
y lo actualice. Si un trader es un modelo para el éxito, no hay ninguna
razón para no contactar con él, aprender de él y tratar de emularlo. Tiene
que creer que, si alguien tiene éxito, ¡usted también puede tenerlo! Si no
lo cree, trabaje primero en mejorar su autoestima.

Es difícil ocultar el éxito. La gente exitosa deja huellas claras. Siga esas
huellas e intente copiar los pasos, uno tras otro. Puede hacer mucho
más que simplemente copiarlos: puede mejorarlos hasta tal punto que
un día se convertirá en modelo para alguien. Nunca hay que olvidar
que cada uno de nuestros actos tiene un precio. El precio se mide en
recursos como tiempo y dinero, siendo el dinero el más barato de los
dos. El tiempo es su recurso más valioso; si se desperdicia, no se puede
recuperar nunca.

Para tener éxito, debe tener verdadera fe en su capacidad. Debe
hacer suya esta fe cada día. Hable consigo mismo, dígase lo fuerte, lo
inteligente y lo exitoso que es. Convénzase, tenga fe en sí mismo y, al
mismo tiempo, adquiera conocimientos, consiga know-how y no tema
correr riesgos… actúe.

Tener fe en el éxito

Tener fe en su capacidad es la clave del éxito.
Si limita la fe en su propia capacidad, está limitando igualmente los

resultados. Si la transmite al cerebro, no hay límite para lo que puede
lograr. No nacemos con este tipo de fe. La adquirimos y la desarrollamos
a lo largo de nuestras vidas. Las actuales creencias negativas pueden
intercambiarse por otras nuevas y positivas. Si le falta fe en sus capacidades,
intente mirar hacia atrás y encontrar la fuente, quizás en la infancia, en
sus creencias religiosas o políticas. Desde la primera infancia crecemos
a la sombra de nuestros padres. Cuando era niño, no me enseñaron a
tomar la iniciativa, a correr riesgos o a lograr la independencia financiera.
Me enseñaron a elegir las opciones más seguras porque mis padres
consideraban que eso era lo correcto, ya sea porque así fueron educados
o porque determinadas circunstancias de la vida dieron forma a esas
opiniones. La mayoría de las personas no desarrollan opiniones y creencias