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TU MENTOR EN EL MERCADO | 607

éxito y, por eso, debemos encontrar primero la manera correcta de
hacerle frente a la frustración.

   La frustración es nuestra interpretación personal de la realidad que
nos rodea. Por lo tanto, también a la frustración se la puede afrontar
con éxito interpretando la misma realidad de forma diferente, como por
ejemplo, convirtiendo a la frustración en desafío.

   Los obstáculos son contratiempos pasajeros en el camino al éxito. La
frustración es la consecuencia de no tener los conocimientos necesarios
para hacer frente al contratiempo, ya sea éste una cuestión de mala suerte,
de la estupidez de otra persona, del rechazo, o de cualquier otra cosa. El
rechazo es, de hecho, uno de los principales factores en la frustración.
Vivimos con un temor constante al rechazo: de nuestros socios, del jefe,
de un cliente o de la sociedad. Los campeones en el arte de lidiar con el
rechazo son los vendedores profesionales. El vendedor ideal nunca se
da por vencido ante la palabra “no”; al contrario, es un estímulo para
buscar una alternativa, una forma creativa de resolver la situación.

   ¿Por qué una persona puede manejar la frustración tan fácilmente y
otra se enfurece hasta echar humo? La respuesta está muy profundamente
sepultada en la mente humana. La gente que se cree capaz de manejarla
bien, la manejará bien. Entienda el motivo de su frustración, defínala y
elija un método de manejarla que le permita recobrar la calma. ¿Alguna
vez ha pensado en la forma en la que los productores de cine usan la
música para controlar el ánimo del público? La misma escena con un
determinado tipo de música puede dar miedo, pero con una música
más ligera, ¡hasta podría hacernos reír! Sea el productor de su propia
película, use notas adhesivas para apuntar frases que propicien una
actitud positiva y péguelas en el espejo. Haga cualquier cosa que le ayude
a controlar la frustración. Cada uno sabe lo que mejor le va.

Aceptar la responsabilidad

¿Se equivocó? ¿Echó algo a perder? No busque a los responsables del
fracaso. Asuma la responsabilidad por sus actos. Estamos naturalmente
predispuestos a culpar a los padres, a los maestros, a los jefes y al
gobierno. El punto de partida para muchos de los triunfadores fue
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