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casi siempre encontrará, al menos, una acción que ha causado una
pérdida del 50% o más.
En mi opinión, no hay ninguna razón lógica para dejar que una acción
provoque una pérdida de esta magnitud. Negar una pérdida al principio
y pasar a un optimismo inexplicable y algo eufórico, son los motivos de
las pérdidas de esta magnitud.
Otro fenómeno interesante es que las acciones que han perdido más
son las mismas que el inversor deja de seguir. La gestión psicológica
de las pérdidas de los traders más inexpertos consiste en hacer caso
omiso de la acción. Aquí es cuando entra en juego la autojustificación y
el inversionista dice cosas como: “ya se recuperará” o bien “la empresa
tiene buenos productos”, “la administración de la organización es fuerte”
o “no es más que una pérdida en papel”. Y qué de expresiones como: “a
la larga los precios siempre suben” e incluso hacerle promesas al precio:
“¡Por favor, sube tan solo un 10% y te juro que dejaré de fumar!”.
A veces, la autojustificación resulta ser una profecía que se realiza a
sí misma. Pero, en general, no lo es.
Hace unas semanas, un amigo golfista me contó que su suegro de 92
años de edad había perdido recientemente $150,000 en la bolsa. Esa
era la mitad de su capital. Se trataba de una inversión fallida en varias
acciones cuyos precios cayeron en los últimos meses. Preocupado por
el estado mental de su suegro, mi amigo lo invitó a cenar y se sorprendió
al descubrir que estaba en un excelente estado de ánimo. Al preguntarle
cómo era posible, el anciano respondió: “No me preocupo. Con el tiempo,
los precios subirán…”
He aquí una posible situación hipotética: usted compró una acción y
descubre que eso fue un error. Los precios caen muy cerca de su punto de
salida previsto (la suspensión de pérdidas o stop loss). Cuando compró
la acción, el punto de salida parecía muy lejano y quizá poco razonable,
pero ahora le está amenazando con una pérdida devastadora. La acción
sigue cayendo a niveles históricamente bajos y usted piensa: “No cometí
un error, elegí una buena acción. Seguro que cambiará de dirección.
Voy a darle un poquito más de tiempo…” Cuanto mayor sea la pérdida
que se perfila, más fuertes serán sus poderes de persuasión. Usted está
seguro de que este no es el momento de vender, y moverá el stop un