Page 448 - TU MENTOR EN EL MERCADO
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•	 Regla 3: los analistas tienen que bajar sus calificaciones

Cuando se busca el punto más bajo, hay que hacer precisamente lo
contrario de lo que los analistas están recomendando. La mayoría de
sus recomendaciones son engañosas. En muchos casos, los fondos usan
a los analistas para recomendar las acciones que ellos han acumulado.
Las empresas también conducen a los analistas y los alimentan de
información interna desde la mañana hasta la noche. ¿Alguna vez se ha
preguntado cómo sabe el analista “calcular” precisamente el beneficio
previsto de una acción? El analista recibe una cifra exacta del gerente
de finanzas de la compañía.

    DINERO   Cuando una acción a la baja “sufre” de una
INTELIGENTE  mala recomendación o degradación que no
             causa que el precio siga cayendo, es un signo
             seguro de que los vendedores débiles ya están
             fuera y, por lo general, indica que el precio
             iniciará una tendencia alcista.

Las acciones que usted compre deben estar “sufriendo” la degradación
del analista. En todos mis años como trader, todavía no he encontrado
un analista que promueva su calificación a “comprar” en el punto más
bajo. Casi sin excepción, los analistas otorgan calificaciones más bajas
en el punto más bajo. Una acción que se había clasificado como “compra
fuerte” se convertirá en “venta fuerte”. El problema es el método: la
mayoría de los analistas califican las acciones sobre la base de la relación
entre el beneficio previsto y el beneficio real. Cuando la acción responde
al pronóstico, los analistas suben sus recomendaciones, y, cuando no
responde al pronóstico, le bajan la calificación. Cuando la acción falla,
aunque sea un poco o temporalmente, también se la rebajan. Cuando
una acción recomendada colapsa, los analistas le bajan vergonzosamente
la calificación. En otras palabras, todo esto forma parte de un pretexto.
Las cosas empeoran después de una crisis porque las crisis toman a
la mayoría de los analistas por sorpresa. Ellos quedan atrapados en el
clímax de la crisis con demasiadas recomendaciones de “comprar fuerte”.
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