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TU MENTOR EN EL MERCADO | 509
un diario de actividades por la vía dura y costosa. Si acepta mi consejo,
se ahorrará un proceso de aprendizaje innecesariamente largo y costoso.
DINERO Cuando empiece a llevar su diario de
INTELIGENTE actividades le pasará algo asombroso:
descubrirá que los tipos de errores que
comete están dentro de una gama
relativamente pequeña. Si el mismo error
aparece todo el tiempo, ¡es hora de cambiar!
Mi esposa, sin darse cuenta, me ayudó a comprender la necesidad de llevar
un diario. En mis comienzos, repetía uno de los errores más comunes de
los traders principiantes: compraba en el momento adecuado, pero luego
vendía con una ganancia muy pequeña o con una pérdida demasiado
grande. Cada noche le decía a mi esposa más o menos lo mismo: “Si
hubiera hecho esto… o no hubiera hecho aquello… habría ganado
más…” Todos los días la misma historia, hasta que ella se cansó de oírme
contarle cómo “casi” había ganado dinero. Lo que era evidente para mi
esposa, pero no para mí, era que describía una y otra vez exactamente
el mismo error. Era hora de hacerle frente al error. Era hora de cambiar.
Algo interesante ocurrió cuando empecé a llevar un diario: me percaté
de que la gama de errores que cometía era limitada, y de que cometía
constantemente los errores clásicos de los principiantes. Pero esto lo
noté solo después de empezar a llevar el diario. Al final de cada día
apuntaba mis actividades, y una vez a la semana, me sentaba a revisar los
resultados que había registrado en el diario. La mayoría de los fracasos
provenían de una pequeña gama de errores comunes que se repetían.
A partir de ese punto, el camino al éxito fue más corto y más dulce.
Todo lo que tenía que hacer era decidir eliminar aquellos errores, uno
por uno. La batalla más grande, y más dura, obviamente, es psicológica.
Pero, al final de la primera semana en la que les declaré la guerra a mis
errores, armado de mi fiel diario, me sorprendí de los resultados. Al
final de la segunda semana, estaba convencido de que ese era el mejor
método, y la guerra fue más fácil. Todo lo que tenía que hacer era llevar
un diario: algo tan sencillo y tan asombroso al mismo tiempo.