Page 540 - TU MENTOR EN EL MERCADO

536 | 13 - Cómo prepararse para su primer día de trading

Aprenda a quedarse quieto y a no hacer absolutamente nada más que
observar, escuchar y aprender. Aún tiene un largo camino por delante.
Si siente que en cada momento que no está operando está perdiendo
dinero, debe aprender primero a mantener la calma. Pensar en el dinero
le ocasionará pérdidas. En cambio, piense en los métodos y en la meta
(el dinero).

Dicho sea de paso, si es humano, no espero que sea perfecto.
Un comportamiento consistentemente cuidadoso y medido no es
verdaderamente humano. Me sorprendería escuchar que pudo resistir
a todas las tentaciones del mundo del trading. Sé que, en este mismo
instante, está pensando algo como “¡Este no me conoce para nada, soy
muy seguro de mí mismo y puedo resistir las tentaciones!” Marque esta
página con un resaltador amarillo y vuelva a mirarla dos semanas después
de haber empezado sus transacciones; ya veremos quién tenía razón.
Si me equivoqué, hágamelo saber y estaré encantado de enviarle mis
mejores deseos y mi admiración sincera. ¡Si tan solo pudiera yo también
operar siempre según las reglas!

La buena noticia, sin embargo, es que, con el tiempo, usted experimentará
una continua transformación mental a medida que se vaya convirtiendo
en un trader profesional. Ahora, cuando empieza, está mucho más
expuesto a los errores de lo que lo estará en el futuro. Con el transcurso
del tiempo, descubrirá sus debilidades y aprenderá a controlarlas. Con
aún más tiempo, el control de sus emociones también mejorará a la par
de la asimilación total de su método de trading. El comportamiento
correcto a la hora de operar se convertirá en algo natural y las conductas
impulsivas e irresponsables serán una rara desviación de la norma. Sí,
hay luz al final del túnel… solo que se tarda un tiempo en llegar.

Ganar millones… con la “muestra”

De niño, me encantaba jugar al Monopoly: compraba edificios, terrenos,
me saltaba turnos, esperaba otros dos, ganaba montones y, a veces,
también perdía mucho (¡y cómo odio perder!). Todo esto era con pequeños
trozos de papel sin valor real. Es divertido jugar al Monopoly, uno siempre