Page 132 - TU MENTOR EN EL MERCADO
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128 | 4 - El gráfico: la huella del dinero
detallada. Tenga en cuenta que una de las desventajas del gráfico de línea,
a diferencia del gráfico de barras, es que no contiene esta información.
¿Por qué los traders no utilizan el gráfico de barras? Por un lado, es
muy claro y detallado, pero por otro, es difícil de leer. Las pequeñas líneas
horizontales a la izquierda y a la derecha al final terminaron por volverme
loco y estoy seguro de que apresuran ese día inevitable en que tenga
que visitar al óptico para que me recete lentes para leer (no he llegado
a esa situación todavía...). Los gráficos de barras generalmente son para
los inversionistas mayores que no están dispuestos a aprender “nuevos
trucos”. Los gráficos de barras simplemente no son lo suficientemente
“cool” para los jóvenes como yo.
Gráfico de velas japonesas
Al fin llegamos a nuestro objetivo. Hasta ahora, he cumplido mi obligación
profesional y le he mostrado varios métodos destinados al público en
general o a los inversionistas veteranos. Pero son innecesarios para
nuestros fines y ahora llegamos a las costas de la Tierra Prometida.
Prepárese para una sorpresa, porque este método de velas japonesas,
que es realmente retro y asombroso, ¡nació en el siglo XVIII!
Este método fue desarrollado por el japonés Munehisa Homma
(1724-1803), un mercader de arroz que fue uno de los primeros en
hacer uso de los precios pasados del arroz para predecir los precios
futuros. ¡Y el método realmente funciona! Munehisa se hizo muy rico y
se le concedió el título de “Samurái honoris causa”. ¡Alguien calculó sus
ganancias anuales en términos modernos y alcanzarían la cifra de 10,000
millones de dólares con un capital acumulado de 100,000 millones! Los
principios de este método fueron estudiados en la década de 1970 por
varios analistas técnicos y, sobre todo, por Steve Nison, quien también
escribió un best-seller sobre el método. El resultado es que el método de
las velas japonesas nos es muy útil hoy en día.
El método de Munehisa Homma me permite entender los precios
cambiantes sobre un eje temporal. Tenga en cuenta que he utilizado la
palabra “entender”, en lugar de simplemente “observar” o “ver”. Con el
transcurso de los años, he experimentado un fenómeno sorprendente.